Date a conocer y Triunfa
Las encuestas recientes muestran que dos de cada tres personas indican tener la sensación de no estar comprometidas con su trabajo; muchos sencillamente preferiríamos sentirnos más inspirados por nuestro trabajo.
Tal vez esperas tener esa pequeña cuota extra de confianza para pedir un ascenso. O quizás te gustaría poder disfrutar más de tu trabajo, sin importar cuál sea tu actividad ni para quién trabajas. O bien esperas que las personas que te rodean alguna vez reconozcan tu talento y capacidad y te recompensen de un modo justo por ello.
Para muchos de nosotros es tan simple como tener un poco más de energía, sentirnos un poco más felices y en definitiva, poder generar el éxito del (que sabemos) que somos capaces. Pero ¿cuáles son las estrategias más prácticas y probadas que puedes utilizar para mostrarte en público, lucirte y triunfar en el trabajo?
La especialista en psicología positiva, Luisa Jewell, observa que nuestra propia valoración de la autoestima generalmente influye en cómo nos sentimos con nuestro trabajo.
«El dudar de nosotros mismos nos hace adoptar estrategias de autoprotección en el trabajo, como la procrastinación, la indecisión y la auto-obstaculización, que nos impiden lograr los resultados que todos anhelamos,» explica Louisa.
La falta de confianza en uno mismo es un fenómeno interno que refleja la manera en la que nos hablamos. Podemos contrarrestarla siendo más conscientes, evitando la autoplática negativa y con una saludable dosis de autocompasión. Los estudios muestran cada vez más que la falta de confianza en uno mismo se genera a partir de las valoraciones sociales de los demás, y del comentario que nos rodea.
Entonces, ¿cómo mantener la confianza en ti ante la crítica de los demás?
Margie Warrell, reconocida autora y asesora en técnicas de coraje, recomienda asegurarse de estar motivados por todo aquello que nos inspira y no por lo que nos asusta o intimida.
“Para dejar de actuar en forma modesta pero segura y poder salir de la zona de confort es necesario tener un objetivo claro”, señala Margie. “Intenten encontrar aquello sobre lo que estén dispuestos a platicar abiertamente en el trabajo. Si se detienen a pensar la manera en que quisieran comenzar a cambiar de carrera o profesión, comenzar un negocio nuevo o aceptar un trabajo importante es entonces cuando existe una probabilidad de fracaso mayor de la que ya se encuentran en este momento”.
Solo cuando uno puede responder con claridad qué es aquello por lo que estaría realmente dispuesto a arriesgarse es que se puede actuar con total valentía, decisión y acierto posible.
Pero, ¿tendremos el valor de mantener nuestros esfuerzos?
Angela Duckworth, profesora de la Universidad de Pensilvania, define la valentía como “la pasión y la perseverancia necesarias para cumplir objetivos estimulantes a largo plazo”. (Tener valentía y determinación) es estar dispuesto a apegarse a algunas cosas que nos interesen y trabajar mucho por ellas durante semanas, años e incluso décadas.
“Las personas valientes dan a sus metas los valores más altos y entienden que para lograr algo importante se requiere una enorme participación”, explica Ángela. “Consecuentemente, esas personas valoran los hábitos y aceptan que los sentimientos de frustración forman parte del crecimiento normal”.
Pero ¿cómo desarrollar hábitos positivos cuando nuestro tiempo de dedicación al trabajo y al hogar ya se encuentra al límite?
B. J. Fogg, psicólogo especialista en conductismo y profesor de la Universidad de Stanford, está dedicado a la búsqueda de pequeños cambios que faciliten la mejora de nuestros comportamientos.
“Los hábitos minúsculos ayudan a simplificar los comportamientos más generales en otros mucho más pequeños y a secuenciarlos para que se adapten mejor a alguna parte de nuestra vida. Es algo que depende menos de la fuerza de voluntad y la motivación para lograr cambios, y se basa más en la reformulación gradual de la vida tanto que con el tiempo, esos pequeños cambios generan grandes resultados”.
Por ejemplo, si de una vez por todas quieres leer la pila de artículos y libros que notas que se amontona junto a tu escritorio, entonces tendrías que crear algún hábito muy pequeño y simple, por ejemplo, como éste: “Inmediatamente después de encender la computadora en el trabajo, leeré una página”. A medida que ese hábito se convierta en costumbre, lo dejarás evolucionar día tras día hasta que hayas logrado progresar con aquél cúmulo [de libros y artículos apilados] y comiences a buscar nuevas cosas para leer.
Pero una vez que logramos aferrarnos a ellos, ¿cómo proteger nuestros hábitos minúsculos ante las demandas ajenas que requieren de todo nuestro tiempo y energías?
La reconocida autora y asesora en técnicas relacionadas con la productividad Valorie Burton recomienda establecer y mantener límites claros con el jefe o superior y los colegas para mantener la productividad y la felicidad en el trabajo.
“Comienza por preguntarte cuáles son los límites que necesitas establecer para poder proteger tu propia paz, alegría y serenidad en el lugar donde trabajas”, sugiere Valorie. “Elige los ámbitos en los que sientas mayor necesidad de cambiar y después, pregúntate qué conversación ha llegado la hora de mantener”.
Para ayudarte a cobrar valentía, confianza y energía para poder dar cada uno de estos pasos, tómate el tiempo necesario para dilucidar en tu propia mente cuáles serían las maneras de dar rienda suelta a tu verdadero potencial para poder mostrarte, lucirte y triunfar en tu trabajo.